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La nueva era de Rio Tinto: reestructuración global y salida de históricos ejecutivos
Rio Tinto inició una de sus mayores reestructuraciones en la última década, con un plan que reduce sus operaciones a tres divisiones estratégicas y somete a evaluación varias unidades consideradas no esenciales. La decisión llega de la mano de Simon Trott, quien asumió recientemente como director ejecutivo tras encabezar el negocio de mineral de hierro de la compañía.

El rediseño apunta a simplificar una cartera extensa y enfocarla en tres áreas que concentran la mayor parte de las utilidades: mineral de hierro, cobre y aluminio-litio.
Dentro de los cambios, Matthew Holcz fue designado como responsable del área de mineral de hierro, el principal motor de ingresos del grupo. Bajo su control quedarán las operaciones de Australia Occidental, Iron Ore Company of Canada (IoC) y, en el futuro, el ambicioso proyecto Simandou en Guinea, considerado una de las mayores reservas sin explotar de hierro del mundo.
Por otro lado, activos como Richards Bay Minerals en Sudáfrica, las operaciones de titanio y hierro en Canadá, y las minas de boratos en Estados Unidos, pasarán a la órbita del director comercial Bold Baatar, quien liderará una revisión estratégica que podría derivar en ventas o cierres.
Otro movimiento relevante fue la integración del negocio de litio con el de aluminio, bajo la conducción del francés Jérôme Pécresse. La nueva división, con sede en Montreal, incluirá las operaciones de aluminio del Atlántico y el Pacífico, además de los proyectos de litio, un mineral clave para la transición energética.
La reorganización también implica cambios de liderazgo. La salida más significativa es la de Kellie Parker, directora ejecutiva en Australia, reconocida por liderar la reconstrucción de la reputación corporativa tras el escándalo por la destrucción de un sitio sagrado indígena en 2020 y las denuncias de acoso en sus operaciones. Asimismo, se retira Sinead Kaufman, hasta ahora jefa de la división de minerales y considerada candidata a la dirección general.
El ajuste ocurre en un momento delicado para la compañía. Los precios del hierro y del litio han retrocedido con fuerza en el último año, mientras los costos operativos aumentan. El resultado semestral de Rio Tinto en julio alcanzó los 4.800 millones de dólares, un 16 % menos que el año anterior y su nivel más bajo desde 2020.
La división de minerales, que ahora queda bajo la lupa, refleja bien esas tensiones: en 2024 generó apenas 143 millones de dólares de ganancias subyacentes, frente a los 312 millones de 2023, además de acumular dos años consecutivos de flujo de caja negativo. Productos como los boratos (usados en detergentes, vidrio y productos industriales) y el dióxido de titanio (clave en pinturas y cerámica) sufren por una demanda débil y precios deprimidos.
Desde RBC Capital Markets, analistas señalaron que la revisión de activos se concentra en los negocios más presionados, como boratos y titanio, mientras que no esperan cambios profundos en los segmentos principales de aluminio, hierro y litio. Aun así, consideran que la compañía enfrenta un dilema: priorizar dónde destinar recursos en un contexto en que el litio —crítico para la transición energética— compite por inversión con negocios tradicionales.
Domingo, 31 De Agosto De 2025, 16:42
Politica Minera
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