Entre las empresas participantes se destacaron gigantes industriales como ABB, Epiroc, Sandvik, Hitachi Energy, SKF, AFRY, Xylem, Wassara, Hexagon, SNA Europe y Securion, compañías con una sólida trayectoria global y, en muchos casos, más de medio siglo de operaciones en Argentina. Aunque no se trata de firmas dedicadas directamente a la extracción minera, su expertise en soluciones tecnológicas, automatización, eficiencia energética, digitalización y servicios especializados las convierte en actores clave para el desarrollo de una minería moderna, segura y sustentable.

La elección de San Juan no fue casual. La provincia se ha consolidado en los últimos años como uno de los polos mineros más dinámicos del país, con una política activa de atracción de inversiones, estabilidad jurídica y una creciente cartera de proyectos de cobre, oro y otros minerales estratégicos. Para Suecia, que cuenta con una larga tradición minera —fundamento de su desarrollo industrial—, Argentina representa no solo un mercado emergente sino también un socio con enormes recursos naturales y potencial de crecimiento.

“Viajar a San Juan tiene que ver con la importancia que esta provincia tiene dentro del mapa minero argentino y el dinamismo que se observa en su economía. Hemos venido a aprender, hacer contactos y fortalecer lazos”, afirmó el embajador Ericsson en declaraciones al Diario Zonda. El diplomático destacó además el enfoque federal de la visita, enfatizando que “el negocio en minería no está en Buenos Aires, sino en provincias como San Juan”, y que la presencia sueca en el territorio responde a una estrategia concreta: estar donde se generan las oportunidades reales.

Transición energética y minerales estratégicos

Uno de los temas centrales del encuentro fue la transición energética global y el rol que cumplen minerales como el cobre y el litio en ese proceso. “Estos minerales son esenciales para el desarrollo de tecnologías limpias, las comunicaciones y la electrificación. El mundo necesita más cobre, y Argentina tiene el potencial para ser un proveedor clave”, indicó Ericsson.

Las empresas suecas presentaron ante las autoridades provinciales, incluido el gobernador Marcelo Orrego, propuestas orientadas a mejorar la eficiencia y sustentabilidad del sector. Desde soluciones para reducir el consumo de agua y energía, hasta sistemas avanzados de automatización de procesos y trazabilidad digital, la misión dejó en claro que el interés no es solo comercial, sino también tecnológico y ambiental.

La misión fue organizada en conjunto con la Cámara de Comercio Sueco Argentina, cuyo presidente, Juan Prgich, destacó el entusiasmo de las empresas por instalarse o expandir su presencia en el país. “Cuando el embajador propuso esta misión —la segunda tras una exitosa visita a Santa Cruz—, las compañías no dudaron. Compraron la idea porque ven a San Juan como una provincia con futuro y porque creen en el potencial de una Argentina que vuelve a integrarse al mundo”, aseguró.

Prgich también hizo hincapié en el valor de hacer negocios con transparencia, innovación y responsabilidad. “Hacer negocios no es una mala palabra. Es traer tecnología, capacitación, trabajo y una forma distinta de operar. Las empresas suecas vienen a contribuir al desarrollo de una minería moderna, no invasiva y comprometida con las comunidades”, enfatizó.

En cuanto al contexto económico, los representantes suecos valoraron positivamente las señales recientes del gobierno nacional en relación con la apertura comercial, la eliminación de trabas burocráticas y la facilitación de inversiones extranjeras. Estas condiciones, señalaron, mejoran la competitividad del país frente a otros destinos mineros de la región.

La comitiva coincidió en destacar la importancia de adoptar una mirada federal para entender el potencial productivo argentino. “Las embajadas no pueden quedarse en la capital. Hay que salir al territorio, conocer de primera mano las realidades y estar cerca de donde se crean los proyectos. Para nosotros, es fundamental estar presentes en las provincias, porque es allí donde está el negocio, la innovación y el futuro”, concluyó Ericsson.

La visita de la delegación sueca a San Juan no solo representa un paso concreto hacia la cooperación bilateral en minería, sino que también refleja una tendencia más amplia: el creciente interés de las potencias tecnológicas por asociarse con regiones que cuentan con recursos críticos para el siglo XXI.