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Máximo Pacheco admite que El Teniente no estaba preparado: “El cerro no habló, pero el golpe fue global”.
En un encuentro organizado por el Financial Times en Londres, el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, abordó públicamente por primera vez las causas preliminares del accidente ocurrido el 31 de julio en la División El Teniente, donde seis trabajadores perdieron la vida tras un estallido de roca.

El ejecutivo reconoció que el sistema de fortificación de la mina no estaba preparado para un evento sísmico de la magnitud que se registró. “Aun así, la fortificación fue sobrepasada y tuvo consecuencias tremendamente dolorosas. ¿Por qué? Por una razón: estaba diseñada para eventos de hasta 1,5 Mw y el evento real fue de 4,3 Mw”, explicó.
Según Pacheco, los registros sísmicos no mostraron señales previas que permitieran anticipar el accidente. “Ninguno de los registros sísmicos muestra movimientos observables antes del evento principal y que sirvieran de señales de alerta: el cerro no habló”, señaló, en una de las frases más comentadas de su intervención.
El presidente de la cuprífera estatal indicó que la empresa había gestionado el riesgo sísmico de manera “local” y no a “escala global”, lo que limitó su capacidad de respuesta frente a un fenómeno de mayor magnitud. El evento, dijo, “obedeció, según las conclusiones preliminares, a un nuevo fenómeno que afectó gran parte de El Teniente, es decir, fue un evento a escala global”.
Las primeras indagaciones apuntan a que el accidente se produjo por un proceso de “descarga vertical” derivado de los cambios geométricos e interacción entre cavidades subterráneas. En términos simples, el constante desarrollo de túneles y labores ha modificado la forma del terreno, generando vacíos que ahora se conectan entre sí, debilitando la estructura de soporte del macizo rocoso.
“Esto lleva a que, en las profundidades, las capas de roca se estén desplazando unas sobre otras, reforzando la necesidad de monitoreo de la estructura del terreno, la actividad sísmica y el comportamiento geomecánico de las rocas, pero esta vez no sólo localmente, sino que a escala sistémica de todo el yacimiento”, advirtió Pacheco.
El equipo investigador propuso realizar estudios más profundos del terreno, implementar un sistema de monitoreo global y reforzar las medidas de seguridad en las zonas más afectadas: Andesita y Recursos Norte. Entre las acciones inmediatas se contempla un control más estricto de sobreexcavaciones, la instalación de mapas de riesgo visibles y la restricción de acceso en áreas vulnerables.
La División El Teniente aún no ha retomado plenamente sus operaciones, lo que ha obligado a Codelco a revisar a la baja sus proyecciones. La compañía estima ahora una pérdida de producción de 48 mil toneladas para 2025, un 45% más de lo calculado inicialmente, lo que significará un impacto de unos US$500 millones en su Ebitda.
Pese a ello, Pacheco destacó que la producción total de Codelco entre enero y septiembre alcanzó las 938 mil toneladas, un 2% más que en igual periodo de 2024, lo que permitirá cerrar el año con una leve mejora interanual.
La empresa proyecta que las operaciones de Andes Norte y Diamante retomen su normalidad en enero de 2026, mientras que Andesita y Recursos Norte deberán esperar hasta fines de diciembre de ese año, cuando se espera contar con el informe final de la investigación interna.
Domingo, 12 De Octubre De 2025, 13:36
Politica Minera
Chile