“Los metales de tierras raras son un área importante de cooperación y, por supuesto, hemos iniciado conversaciones sobre varios proyectos en Rusia”, afirmó Dmitriev en una entrevista con el periódico ruso Izvestia. El funcionario, quien participó en conversaciones con representantes estadounidenses en Arabia Saudita el pasado febrero, indicó que algunas empresas han manifestado interés en establecer sociedades en este ámbito.

Desde el Kremlin confirmaron que las negociaciones están en una fase inicial. “Aún no hay detalles concretos, pero el interés es evidente”, declaró el portavoz Dmitry Peskov. “El interés es mutuo, ya que estamos hablando de proyectos mutuamente beneficiosos”, agregó.

Se espera que la cooperación en tierras raras sea uno de los temas clave en la próxima ronda de conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, prevista para las próximas semanas en Arabia Saudita. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha señalado anteriormente que Washington podría estar dispuesto a explorar depósitos de tierras raras en Rusia, país que posee la quinta mayor reserva mundial de estos metales, esenciales para la fabricación de imanes, teléfonos móviles y equipos militares.

“Trabajaremos con mucho gusto con cualquier socio extranjero, incluidos los estadounidenses”, afirmó Putin en febrero, mencionando a Siberia y el Lejano Oriente ruso como regiones estratégicas para la explotación de estos recursos.

Mientras tanto, en el panorama geopolítico, el presidente estadounidense Donald Trump anunció la semana pasada que su administración firmará pronto un amplio acuerdo sobre minerales y recursos naturales con Ucrania. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, ha expresado su preocupación, asegurando que no aceptará ningún pacto que comprometa la integración de su país en la Unión Europea.

Trump ha argumentado que este acuerdo permitiría a Estados Unidos recuperar parte de los cientos de miles de millones de dólares destinados a la ayuda militar a Ucrania. A su vez, Kiev busca que cualquier tratado incluya garantías de seguridad a largo plazo frente a posibles amenazas rusas.

El Servicio Geológico de Estados Unidos estima que las reservas de tierras raras en Rusia ascienden a 3,8 millones de toneladas. No obstante, Moscú sostiene que la cifra real es considerablemente mayor. De concretarse la cooperación entre ambos países, este acuerdo podría tener un impacto significativo en el equilibrio global del suministro de estos metales estratégicos.