El primer incidente reportado corresponde a un problema mecánico en el molino SAG de Carmen de Andacollo, el cual obligó a detener la operación para realizar trabajos de mantenimiento correctivo. La compañía estima que la interrupción se extenderá por aproximadamente un mes, tiempo necesario para efectuar las reparaciones pertinentes.

Para reducir el impacto de la detención, el equipo de CdA reprogramará otras actividades de mantenimiento previamente calendarizadas, haciendo coincidir estas tareas con la parada del molino, lo que permitirá optimizar tiempos y recursos.

“No esperamos que la inactividad tenga un impacto significativo en la producción, y nuestras previsiones de producción anual total de cobre para 2025, así como la correspondiente específicamente a CdA, no han cambiado”, señaló Teck en su comunicado oficial.

Carmen de Andacollo es una de las operaciones más consolidadas de Teck en Chile, con un modelo de negocio basado en la producción de concentrado de cobre a partir de mineral sulfurado mediante procesos de chancado, molienda y flotación.

El segundo evento informado corresponde a una interrupción temporal del shiploader en las instalaciones portuarias de Quebrada Blanca, infraestructura clave para el embarque del mineral producido en la mina QB2. La empresa indicó que esta falla no está relacionada con la detención en CdA, y que las reparaciones también tomarán alrededor de un mes.

Pese a la contingencia, Teck aseguró que las operaciones mineras y de planta en QB continúan con normalidad, y que la operación cuenta con capacidad logística para redirigir los embarques a través de puertos alternativos.

Por lo tanto, la compañía no espera impactos materiales en las ventas de cobre ni ajustes en su guía de producción para 2025. “La orientación previamente divulgada para la producción anual de cobre en QB se mantiene sin cambios”, confirmó la firma.

En su comunicado, Teck recordó que las estimaciones y declaraciones de carácter prospectivo están sujetas a diversos riesgos e incertidumbres que podrían afectar el cumplimiento de los plazos o alterar los resultados esperados. Entre los factores mencionados se incluyen problemas técnicos imprevistos, retrasos no planificados, condiciones climáticas adversas, falta de disponibilidad de materiales o mano de obra, y eventuales limitaciones logísticas.

Además, subrayó que la disponibilidad oportuna de equipos de reparación, el contexto macroeconómico y la capacidad de mantener el acceso a transporte alternativo son elementos clave para que los cronogramas se cumplan según lo previsto.

Teck señaló que no asume la obligación de actualizar estas proyecciones a futuro salvo que sea exigido por las leyes de valores aplicables.