El lamentable suceso ocurrió cerca de las 9:30 horas del martes 20 de mayo, momento en que la Fiscalía Regional de Atacama fue alertada del incidente. El trabajador fallecido, un hombre de 54 años identificado con las iniciales M.A.R.P., se encontraba desempeñando labores al interior del campamento minero cuando, por causas aún no esclarecidas, cayó desde altura hacia un espacio de la faena que conecta con el sistema de ventilación subterránea.

El fiscal jefe de Copiapó, Christian González Carriel, señaló que se inició una investigación para determinar con precisión las circunstancias del accidente. “A las 9:30 de la mañana se nos dio cuenta como Fiscalía del lamentable accidente con resultado fatal. Se está indagando un eventual cuasi delito de homicidio, y por ello se ha instruido la concurrencia de la Brigada de Homicidios de la PDI para realizar las diligencias correspondientes”, precisó.

La gravedad del caso motivó una respuesta interinstitucional. Al lugar concurrieron efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), Carabineros, personal del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Bomberos, el Servicio Médico Legal (SML), así como funcionarios del sistema de salud local. La coordinación de estas acciones estuvo a cargo del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), lo que refleja la magnitud del accidente y la necesidad de esclarecer responsabilidades a la brevedad.

El accidente ha generado conmoción en la comunidad minera de la región, especialmente en Tierra Amarilla, una comuna históricamente ligada a la minería de mediana y pequeña escala. Si bien la mina María Elena no figura entre las grandes faenas del país, su operación forma parte del tejido productivo local, donde la seguridad laboral sigue siendo una preocupación constante.

Especialistas han insistido en la necesidad de reforzar las medidas de fiscalización y prevención en este tipo de faenas, donde muchas veces las condiciones de trabajo pueden no cumplir con los estándares óptimos. La presencia de Sernageomin en el lugar apunta justamente a determinar si la empresa cumplía con los protocolos establecidos en la normativa minera, particularmente en lo relativo a labores en altura y control de accesos a zonas peligrosas como chimeneas o ductos.

“Las causas del accidente aún no están claras, pero una caída a un ducto de ventilación suele relacionarse con deficiencias en señalización, barreras de protección o procedimientos de trabajo seguros. Habrá que ver si hubo alguna omisión por parte del empleador”, comentó un experto en seguridad minera consultado de manera reservada.

Mientras se realizan las pericias correspondientes, los familiares del trabajador fallecido han manifestado su profundo dolor y han pedido que se investigue a fondo lo sucedido. Paralelamente, agrupaciones de trabajadores de la zona han llamado a revisar las condiciones de seguridad en todas las faenas cercanas y a no normalizar este tipo de tragedias.

“Este no puede ser un número más. Cada accidente refleja una falla en el sistema de prevención. Los trabajadores no pueden seguir muriendo mientras se busca culpables después del hecho”, indicó un dirigente sindical de la zona.