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Trump suma 10 proyectos mineros más a la vía rápida de permisos.
En un movimiento que refuerza la visión de un Estados Unidos autosuficiente, competitivo y libre de ataduras geopolíticas peligrosas, la administración Trump anunció este viernes la incorporación de diez nuevos proyectos mineros a la lista de iniciativas prioritarias bajo el programa federal FAST-41, diseñado para agilizar los permisos de infraestructura clave en el país.

Con esta ampliación, ya son veinte los proyectos mineros estratégicos beneficiados por esta política de desburocratización, la cual busca recuperar la capacidad de Estados Unidos para producir internamente minerales críticos como el cobre, níquel, uranio, paladio, zinc y titanio. Estos recursos son fundamentales no solo para la transición energética y las tecnologías limpias, sino también para la defensa nacional, la fabricación avanzada y la competitividad industrial.
Entre los nuevos proyectos destacan:
-Una mina de cobre y níquel en Minnesota, operada por una empresa conjunta entre Glencore y Teck Resources.
-Una operación de uranio en Nuevo México desarrollada por Energy Fuels, clave para la independencia energética nuclear.
-Una expansión de un proyecto de paladio en Montana, de la minera Sibanye Stillwater, vital para la industria automotriz.
-Un proyecto de plata en Alaska a cargo de Hecla Mining.
-Un yacimiento de dióxido de titanio en Georgia desarrollado por Chemours, esencial para pigmentos industriales y aplicaciones aeroespaciales.
-El proyecto Hermosa de South32 en Arizona, que ya había sido acelerado anteriormente bajo la administración Biden.
Estos proyectos, ahora con estatus FAST-41, serán gestionados con plazos definidos, menos trámites redundantes y mayor transparencia. La información sobre su avance estará disponible públicamente en un sitio web federal, cumpliendo así el doble objetivo de eficiencia gubernamental y rendición de cuentas.
La estrategia no es solo económica: es geopolítica. Con el creciente control de China sobre las cadenas globales de suministro de minerales estratégicos, Estados Unidos no puede darse el lujo de continuar dependiendo de regímenes autoritarios o mercados volátiles para alimentar su economía. El presidente Trump ha sido enfático en este punto, ordenando también el mes pasado una investigación para imponer nuevos aranceles a la importación de minerales críticos, como una forma de defender la producción nacional y enviar una señal clara a socios y rivales.
El mensaje es contundente: mientras algunos insisten en frenar el desarrollo minero con regulaciones interminables y presión ideológica, esta administración apuesta por el empleo bien remunerado, la seguridad industrial, y un modelo de desarrollo basado en los recursos propios. En lugar de cerrar puertas al crecimiento, se abren caminos concretos hacia un renacimiento minero-industrial que devuelva a EE.UU. el liderazgo que nunca debió ceder.
Las críticas de sectores ecologistas radicales no se han hecho esperar, pero desde el gobierno se reitera que todos los proyectos seguirán altos estándares ambientales. La diferencia está en el enfoque: progreso con responsabilidad, no parálisis por ideología.
Con esta medida, Trump reafirma que la minería no es un problema, sino parte esencial de la solución. Un paso más hacia una América fuerte, independiente y lista para liderar.
Viernes, 2 De Mayo De 2025, 23:25
Politica Minera
Washington, D.C.